doi: 10.62486/gen202439
COMUNICACIÓN BREVE
Living territories: oral history and informed participation in the construction of cities
Territorios vivos: historia oral y participación informada en la construcción de las ciudades
Karina Oliveira Morais dos Santos1 *
1Universidade Federal de Minas Gerais, Brasil.
Citar como: Morais dos Santos KO. Living territories: oral history and informed participation in the construction of cities. Gentrification. 2024; 2:39. https://doi.org/10.62486/gen202439
Enviado: 01-06-2023 Revisado: 20-11-2023 Aceptado: 20-04-2024 Publicado: 21-04-2024
Editor: Prof.
Estela Hernández-Runque
Autor para la correspondencia: Karina Oliveira Morais dos Santos *
ABSTRACT
From the perspective of contributing to debates related to memory, heritage and identity, we start from the assertion that oral history, as a method, can be used to understand how subjects relate to the territories in which they live, in the urban context. By mobilizing memory as a device, their perceptions can inform not only how they witnessed and experienced territorial transformations over time, but, above all, anticipate future problems that should guide urban planning. It is also assumed that any public intervention in the construction of cities, which aims to be effective and democratic, must include the participation of plural subjects, considering their lived and conceived histories. Here we align ourselves with Henri Lefebvre in his formulations on the right to the city. The challenge for the scientific community is precisely to promote this practice from a multidisciplinary perspective. Unfortunately, in Latin America there are more and more urban “revitalization” processes that ignore the plurality of subjects that should be integrated into the planning of the territories where they live and work. On this occasion, we will discuss these issues, based on some Brazilian experiences, with the aim of answering how oral history, as a method, could contribute to the construction of cities that are more welcoming and less hostile for all their inhabitants. Including going deeper, in practice, into the concepts of identity and belonging.
Keywords: Oral history; Memory; Heritage; Urban planning; Right to the City.
RESUMEN
Desde la perspectiva de contribuir a los debates relacionados con la memoria, el patrimonio y la identidad, partimos de la afirmación de que la historia oral, como método, puede ser utilizada para comprender cómo los sujetos se relacionan con los territorios en los que viven, en el contexto urbano. A partir de la movilización de la memoria como dispositivo, sus percepciones pueden informar no sólo cómo presenciaron y vivieron transformaciones territoriales a lo largo del tiempo, sino, sobre todo, anticipar problemas futuros que deben guiar la planificación urbana. También se supone que cualquier intervención pública en la construcción de ciudades, que pretenda ser efectiva y democrática, debe incluir la participación de sujetos plurales, considerando sus historias vividas y concebidas. Aquí nos afiliamos a Henri Lefebvre en sus formulaciones sobre el derecho a la ciudad. El desafío para la comunidad científica es precisamente promover esta práctica, desde una perspectiva multidisciplinar. Lamentablemente, en América Latina se observan cada vez más procesos de “revitalización” urbana, que desconocen la pluralidad de sujetos que deben integrarse a la planificación de los territorios donde viven y trabajan. En esta ocasión, discutiremos estos temas, a partir de algunas experiencias brasileñas, con el objetivo de responder cómo la historia oral, como método, podría contribuir a la construcción de ciudades más acogedoras y menos hostiles para todos sus habitantes. Incluso profundizar, en la práctica, los conceptos de identidad y pertenencia.
Palabras clave: Historia Oral; Memoria; Patrimonio; Planificación Urbana; Derecho a la Ciudad.
ANTECEDENTES
La tríada “historia, memoria y patrimonio” se revela cada vez más como un medio para promover debates multidisciplinarios, especialmente aquellos relacionados con la historia de las ciudades y la vida urbana. Mientras tanto, la historia oral se presenta como un “buque insignia” que, como método y herramienta, es transversal en la investigación académica, no como algo accesorio, sino como eje rector. Su poder reside precisamente en su capacidad de acceder al campo de la memoria y, al mismo tiempo, desviarse de él. En esta ocasión, presentaremos breves esbozos de este importante debate, que es la base de mi investigación doctoral en curso. La investigación se dedica a comprender la relación entre los sujetos y los lugares en los que viven, en un contexto urbano, así como sus percepciones sobre los proyectos de intervención urbana que, en cierta medida, atraviesan sus vidas. Trabajamos desde la historia oral, pero no vamos a entrar en los resultados de las entrevistas en esta ocasión.
Como método, la historia oral se difundió más rápidamente a partir de la década de 1970, especialmente en Estados Unidos y Europa. En Brasil, su introducción también ocurrió en esa época, pero fue a partir de la década de 1990 que comenzó a expandirse con mayor expresión, especialmente con el surgimiento de programas de posgrado y eventos académicos, que fueron importantes para su reconocimiento (AMADO, 2006, p. 09). Evidentemente, hablar de historia oral significa también hablar de historia reciente, lo que, a día de hoy, no es un punto de acuerdo entre los historiadores.
No nos detendremos en este debate, pero vale la pena señalar que este desacuerdo está relacionado con la institucionalización de la historia y el oficio. Partiendo de la perspectiva de “división” entre el presente y el pasado, la historia, como disciplina, se dedicaría al segundo, asegurando el máximo distanciamiento de los tiempos recientes. Algo que se convirtió en una condición para afirmar su cientificidad. Se trata de una posición conservadora en el campo, basada en la tradición historiográfica del siglo XIX y guiada por una falsa dicotomía entre lo que es política y lo que es historia, en su sentido tradicional. Una falsa comprensión de que el tiempo presente es política y el pasado es historia.
En el caso de Brasil, el proceso de redemocratización del país, iniciado a mediados de los años 1980, impulsó significativamente el interés por la memoria colectiva e individual, por la preservación de la memoria, por las biografías y, evidentemente, por la historia del presente. Fue una época de consolidación de las instituciones democráticas, ampliación de líneas de investigación en las universidades y profusión de eventos académicos nacionales e internacionales, que permitieron el intercambio de ideas y la difusión del debate. No podemos dejar de mencionar las nuevas formas de organización social, que también exigieron - y siguen exigiendo - memoria y justicia.
El historiador Alessandro Portelli destaca que la dimensión de subjetividad que reside en este enfoque es su singularidad más poderosa y tiene una frase que puede ser una síntesis de esto, dice que “las fuentes orales nos dicen no sólo lo que el pueblo hizo, sino lo que quiso hacer, lo que creía que estaba haciendo y lo que ahora cree que hizo” (PORTELLI, 1997, p. 31).
También podemos decir que la historia oral y su abordaje es un método activo en el proceso de significaciones, basado en la relación entre el declarante y el investigador. Al provocar y estimular el acceso a la memoria, brinda la oportunidad de que la propia memoria sea organizada y reorganizada por quien accede a ella. Algo que ocurre durante todo el proceso de investigación, desde el primer contacto entre las partes, hasta el momento en el que se expresan las preguntas previamente estructuradas por el investigador y también las que surgen en la conversación.
Trabajar con la historia oral impone varias responsabilidades. Uno de ellos es el cuidado de no implementarlo de forma accesoria. En este sentido, las entrevistas generadas por la historia oral necesariamente deben ocupar un lugar privilegiado entre las fuentes del investigador interesado en utilizar el método. Aunque deben entenderse, obviamente, en conjunto con otras fuentes que sean importantes para la investigación.
Una dimensión interesante de la historia oral es que uno de sus resultados es la producción de fuentes inéditas, a las que podrán acceder los futuros investigadores, tanto los nuestros como las generaciones futuras. Ésta es una de las potencialidades de la historia oral y, quizás, una de sus contribuciones más importantes al mundo científico: produce documentos para informar una determinada investigación, pero trasciende la investigación en sí. Finalmente, otro elemento importante que caracteriza la historia oral es el involucramiento del investigador con su fuente, ya que este se convierte en sujeto activo no sólo en la etapa de análisis de los materiales que tiene a mano, sino en la producción de los materiales que serán analizados.
Las aportaciones de la historia oral al urbanismo
Para Henri Lefebvre, la producción del espacio se forja en medio de conflictos de clase, por lo que no puede leerse sin comprender a los agentes que lo producen. En este sentido, es necesario comprender las contradicciones, así como los avances técnicos que no resuelven los problemas de la urbanización, al contrario: la intensificación de lo urbano ha llevado a la destrucción de la ciudad. Así, el poder popular es esencial para avanzar en el reconocimiento de los derechos y su inscripción en los códigos que organizan lo urbano, de forma que permita el ejercicio cotidiano de vivir en la ciudad. Para el autor, la ideología del consumo, que a veces orienta la construcción de lo urbano, debe ser derrotada, dando sentido a la producción del espacio para todos los grupos sociales, especialmente los trabajadores. En este sentido, el autor se basa en la premisa del derecho a la apropiación - distinto del derecho a la propiedad - y al valor de uso, no de cambio (LEFEBVRE, 2008, p. 139-140).
David Harvey retoma la importancia de Lefebvre en la formulación del derecho a la ciudad, pero subraya que en las últimas décadas el concepto ha surgido de las calles, de los movimientos sociales. Harvey demuestra el vínculo umbilical entre el crecimiento de las ciudades y el auge del capitalismo. Entre los “megaproyectos”, Harvey menciona la reconstrucción de París por Georges-Eugène Haussmann, en 1853. Haussmann no sólo demolió la estructura construida y la rediseñó, sino que remodeló todas las relaciones y formas de vida de la ciudad, además de desplazar a miles de residentes. Se convirtió en la ciudad del consumo, la ciudad escaparate o, como se la conoce hasta hoy, “la ciudad de las luces”. Sin embargo, el sistema no tardó en fracasar. Según Harvey, “el sistema financiero extensivo y especulativo y la estructura crediticia se vinieron abajo en 1868” (HARVEY, 2012, p. 76).
A pesar de su fracaso, sentó las bases para las intervenciones urbanas en todo el mundo. Otro ejemplo mencionado por Harvey es el caso de Nueva York, basado en los esfuerzos de Roberto Moses, justo después de la Segunda Guerra Mundial. En 1942 Moses publicó una defensa del proyecto de Haussman, aunque con críticas, pero anunciando lo que posteriormente implantaría en Nueva York. Moses transformó radicalmente la ciudad y, con ella, los modos de vida, con sensibles consecuencias para los afroamericanos en particular.
Lo cierto es que existe un enorme desafío en transformar la propia lógica del diseño de la ciudad, para que su desarrollo esté ligado a los intereses del conjunto de la población, que la concibe, la vive y la practica. En este sentido, existen diversos métodos participativos que deben ser potenciados en la planificación urbana y, en este contexto, el uso de la historia oral como método puede ser un gran aliado. La amplitud de experiencias y perspectivas a las que es capaz de acceder puede contribuir a construir ciudades más acogedoras, inclusivas y plurales, especialmente si se basa en la perspectiva de preservar la memoria colectiva, por ejemplo.
Lo que pretendemos decir es que no sólo es posible, sino deseable, combinar métodos, desde una perspectiva multi y transdisciplinar, de forma que se llegue a los sujetos en sus diferentes y complejas relaciones con la ciudad y se les haga partícipes activos en la construcción de los lugares donde tejen sus relaciones cotidianas. Al fin y al cabo, son estas personas las que convierten los lugares en territorios vivos.
Para llegar a estas personas, es necesario definir el método. Obviamente, cuando se trata de planificación urbana, es de esperar que se empleen metodologías participativas para involucrar al mayor número de personas posible, teniendo en cuenta la diversidad de sujetos que componen el lugar al que se pretende llegar con las intervenciones urbanas. Pero es necesario partir de cierto punto y definir objetivamente cómo iniciar la investigación. En este sentido, el trabajo previo de investigación y análisis del territorio y sus sujetos es de fundamental importancia, incluso antes de definir las metodologías participativas, que deberán aplicarse con un amplio alcance. Es en esta primera etapa, las fases de participación, donde creemos que sería interesante incorporar métodos combinados con la historia oral. No requiere un gran número de participantes, aunque necesariamente debe ser diverso y representativo.
Proyectos de revitalización urbana y aislamiento social: los casos de Luz (SP, Brasil) y Lagoinha (MG, Brasil)
Según Edésio Fernandes, jurista y urbanista, la aceleración exponencial de los procesos de urbanización, tanto en Brasil como en diversos países de América Latina, es un fenómeno relativamente reciente, que sólo se ha producido en las últimas décadas, especialmente desde 1970. Hasta entonces, la población rural era mayoritaria en Brasil (FERNANDES, 2007).
La experiencia de formación de ciudades en América Latina a fines del siglo XIX y principios del XX, las planificadas o remodeladas en este período, está atravesada en gran medida por la construcción de narrativas que buscan romper con un pasado que se pretende borrar - muchas veces marcado por sistemas coloniales y esclavistas - anunciándose para la “modernidad”. En este sentido, el antropólogo Nestor Canclini llama la atención sobre las paradojas de esta modernidad, basándose en experiencias latinoamericanas, especialmente en Argentina, México y Brasil (CANCLINI, 2003).
Para él, América Latina se caracteriza por un largo proceso de “culturas híbridas”, es decir, marcadas por la pluralidad y las intersecciones entre lo tradicional y lo moderno, en el que ni lo primero se ha abandonado por completo, ni lo segundo se ha alcanzado realmente. De ahí han surgido una serie de contradicciones que se traducen en un desajuste entre modernización socioeconómica y modernización cultural. La expansión urbana del siglo XX intensificó las contradicciones, al regirse cada vez más por la lógica del mercado. La actividad cultural (artes, literatura, etc.), por ejemplo, que se entiende como uno de los pilares de la modernización, si por un lado publicita la innovación, por otro no se democratiza.
En este debate, en el que discutimos los procesos de revitalización urbana y su alejamiento de la población vinculada a estos lugares, traemos como ejemplos los casos de dos barrios del sudeste de Brasil: el barrio Luz, situado en la ciudad de São Paulo, y el barrio Lagoinha, situado en la ciudad de Belo Horizonte.
La región de Luz surgió en los márgenes de lo que llegó a ser una ciudad. Su historia incluye una centralización elitista entre mediados del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, debido principalmente a la ocupación de tierras por la élite cafetera, que construyó allí sus palacios (CAMPOS, 2005). Sin embargo, su proceso de urbanización comenzó, sobre todo, con la construcción del ferrocarril Santos-Jundiaí (1867), cuando los inmigrantes comenzaron a llegar en masa para trabajar en las obras públicas, dando al barrio una nueva dinámica al comenzar a integrarse en la ciudad (LANNA, 2011).
Históricamente, el barrio Luz ha sido un territorio de disputas. Con el crecimiento de las grandes ciudades, caracterizado por altos niveles de desposesión laboral y en consonancia con el avance del mercado inmobiliario, estas disputas se han agudizado a los ojos de los sectores privados. En este sentido, los instrumentos de regulación urbanística se ponen cada vez más sobre la mesa de negociación entre el Estado y estos mismos sectores, que incluso asumen funciones que deberían pertenecer al ámbito público. Es el caso del Consorcio de Operaciones Urbanas (OUC), que es un instrumento de regulación urbanística basado en la colaboración público-privada. Desde los años 70, este instrumento ha protagonizado proyectos urbanísticos tanto en el barrio de Luz como en el de Lagoinha, provocando procesos profundos y sensibles para la población: gentrificación o vaciamiento de los barrios. La historia del barrio de Lagoinha se ha desarrollado junto con la historia de Belo Horizonte desde su fundación. La ciudad fue planeada y construida a finales del siglo XIX para albergar la nueva capital de Minas Gerais, y se inauguró oficialmente en 1897. Con el paso del tiempo, Lagoinha fue testigo del desarrollo y crecimiento de la ciudad. Las transformaciones de Belo Horizonte tuvieron un impacto directo en la dinámica del barrio, reflejo de los cambios más amplios que se estaban produciendo en la estructura de la nueva capital. A lo largo del siglo XX, el barrio experimentó cambios significativos en su paisaje urbano, con un aumento del número de pequeñas casas comerciales, en su mayoría mantenidas por los residentes del barrio como fuente de ingresos, la instalación de escuelas, hospitales y otros equipamientos necesarios para satisfacer las demandas de la creciente población.
A pesar del crecimiento del barrio en términos de equipamientos y servicios públicos, Cinthia Freire y los sociólogos Nayara Salgado y Braulio Silva señalan que Lagoinha no ha seguido la tendencia de verticalización y densificación que han experimentado otras regiones pericentrales, sobre todo a partir de la década de 1980. Un escenario que, en otras circunstancias, podría verse con buenos ojos, si esta situación fuera el resultado de políticas de preservación, por ejemplo. Algo que, en principio, no sería una posibilidad difícil de inferir, dado que el barrio cuenta con varios inmuebles salvaguardados por entidades de preservación, o en proceso de inscripción. Sin embargo, contrariamente a las tendencias, los investigadores perciben un drenaje poblacional, que acompaña la descaracterización y fragmentación del barrio, sobre todo debido a las intervenciones urbanas inadecuadas que han marcado su historia y que aún continúan (FREIRE, 2011; SALGADO, SILVA, 2018).
Aunque la constitución de Belo Horizonte como ciudad data de mucho después que São Paulo, los procesos de urbanización en Brasil redefinieron el rumbo del país y el lugar de la “ciudad” a principios del siglo XX, configurando la joven República. En este sentido, especificidades aparte, hay elementos comunes que vemos en los casos de los barrios Luz y Lagoinha.
Para situar brevemente el escenario, conviene recordar que ambos se sitúan en zonas céntricas de las capitales brasileñas y sus emplazamientos están marcados por características similares, aunque sea contextos y épocas diferentes. Ejemplo de ello es la presencia de una línea ferroviaria, el flujo de trabajadores inmigrantes, la presencia de edificios históricos, el crecimiento de un nicho comercial con pequeñas y medianas unidades, la existencia de viviendas colectivas, la presencia de bares y la diversidad de expresiones artísticas y culturales, entre otras características. También comparten problemas urbanos comunes, como los procesos de marginación en relación con el centro, el aumento de la población sin hogar, la aglomeración de consumidores de drogas, la estigmatización y la inseguridad ciudadana.
Se trata de zonas que han sido objeto de proyectos de regeneración urbana durante décadas. Además, ambas estuvieron marcadas por profundos cortes en su estructura urbana para atender el flujo de tráfico, con la apertura de túneles y viaductos, lo que provocó el aislamiento de estos barrios de los distritos circundantes. Se trata de territorios a veces olvidados por los poderes públicos y a veces centrados en los intereses de las asociaciones público-privadas, como hemos mencionado anteriormente.
Estos barrios son representativos de este amplio contexto, en el que los proyectos de revitalización se presentan como soluciones para territorios marcados por problemas que deben ser gestionados por las políticas públicas, como la violencia, los consumidores de sustancias ilícitas, la prostitución, las personas sin hogar y otras situaciones de vulnerabilidad social. Es decir, se convirtieron en zonas “degradadas”. Se trata de proyectos dirigidos a rediseñar el espacio construido sin considerar todos los procesos que culminan en este escenario, como los marcadores de desigualdades sociales. Además, por supuesto, de generar gentrificación y expulsión de residentes y trabajadores locales. A pesar de ser un tema ampliamente debatido en los círculos académicos, la producción desde una perspectiva interdisciplinar aún está en pañales, con un abanico de posibilidades esperando a los investigadores.
Barrios como Lagoinha y Luz siguen siendo vaciados, marginados y desatendidos por el Estado. Esto no significa, sin embargo, que estos barrios hayan quedado al margen de la acción del Estado y de las empresas. Al contrario: objeto de grandes obras públicas y foco de proyectos de intervención urbana, lo que ha ocurrido en las últimas décadas, sobre todo a partir de los años ochenta, es que estos barrios se han convertido en ejes locales del flujo viario de la ciudad, sin escuchar a la población local. Las grandes obras que han atravesado su historia en las últimas décadas han contribuido al crecimiento de otras regiones, pero no han servido para su propio desarrollo.
Hasta el día de hoy, los habitantes de Luz y Lagoinha experimentan los efectos de la serie de túneles y viaductos que rodean sus barrios. Las barreras son muchas: físicas, visuales, territoriales, sociales y económicas. Hacen que estas zonas sean menos atractivas, al tiempo que alteran el paisaje urbano y dificultan cualquier forma de movilidad no automovilística, como peatones y ciclistas. Además, los espacios bajo los viaductos están infrautilizados y se han convertido en lugares de vertido de basuras y alojamiento de personas sin hogar que, a su vez, conviviendo con la basura y la negligencia de las autoridades públicas, solucionan el problema con frecuentes hogueras. Esto inhibe la circulación de personas por las calles e inevitablemente estigmatiza y hace menos segura la zona. Lo mismo ocurre con las pasarelas que conectan estos barrios con el centro - en ambos casos sólo hay una - donde sólo hay tráfico permanente de personas en horario comercial. Esta situación agrava el problema de la seguridad, especialmente para las mujeres, históricamente excluidas de los espacios públicos.
La participación activa de la comunidad en las decisiones que definen el rumbo de sus territorios es de fundamental importancia para garantizar que las intervenciones urbanas respondan a las demandas y aspiraciones reales de los residentes y de todo tipo de sujetos que territorializan ese lugar. En el caso de los barrios de Luz y Lagoinha, donde se entrelazan capas históricas y culturales, la diversidad de voces y perspectivas es un activo valioso que puede enriquecer el proceso de toma de decisiones. En este contexto, la promoción de proyectos urbanos que tengan en cuenta la pluralidad de sujetos, implica la creación de espacios inclusivos, accesibles y culturalmente sensibles. La participación activa de la comunidad no sólo fortalece los lazos sociales, sino que también contribuye al desarrollo de soluciones más contextualizadas y sostenibles y, en este sentido, respaldamos el uso del método de la historia oral en la planificación urbana como mecanismo para escuchar y preservar la memoria de estos territorios.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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12. SALGADO, Nayara de Amorim; SILVA, Bráulio Figueiredo Alves da. Estudo sobre o bairro Lagoinha em Belo Horizonte (MG - Brasil). Entre a tradição, a decadência e a cracolandia: “crônica de uma morte anunciada?”. Novos Cadernos NAEA, [S.l.], v. 21, n. 3, dez. 2018.
FINANCIACIÓN
Ninguna.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.
CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA
Conceptualización: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Curación de datos: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Análisis formal: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Investigación: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Metodología: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Administración del proyecto: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Recursos: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Software: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Supervisión: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Validación: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Visualización: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Redacción – borrador original: Karina Oliveira Morais dos Santos.
Redacción – revisión y edición: Karina Oliveira Morais dos Santos.